Las dietas vegetarianas son dietas a base de plantas que incluyen todos los alimentos comestibles del Reino Vegetal, como granos, legumbres, verduras, frutas, frutos secos y semillas. Los lácteos y los huevos pueden agregarse en pequeñas cantidades en el subtipo lacto-ovo-vegetariano, o no agregarse en absoluto en el subtipo vegano. La abundancia de alimentos vegetales no procesados, típica de todas las dietas bien planificadas, incluidas las vegetarianas, puede proporcionar al cuerpo numerosos factores protectores (fibra, fitoquímicos), al tiempo que limita la ingesta de nutrientes dañinos como grasas saturadas, hierro hemo y colesterol. Los efectos beneficiosos en la salud de este equilibrio se han informado para muchas enfermedades crónicas principales, tanto en estudios observacionales como de intervención. La literatura científica indica que los vegetarianos tienen un menor riesgo de ciertos tipos de cáncer, cáncer en general, sobrepeso-obesidad, diabetes tipo 2, dislipidemia, hipertensión y enfermedades vasculares. Dado que la tendencia de seguir una dieta vegetariana está aumentando entre los ciudadanos de los países desarrollados, el conocimiento en el campo se beneficiará de más estudios que confirmen la consistencia de estos hallazgos y aclaren los efectos de las dietas vegetarianas sobre otros temas controvertidos.