Perfil de susceptibilidad antifúngica de diferentes levaduras aisladas de animales silvestres, leche de vaca con mastitis subclínica y entorno hospitalario.
Autores: Mendes, J. F.; Gonçalves, C. L.; Ferreira, G. F.; Esteves, I. A.; Freitas, C. H.; Villarreal, J. P. V.; Mello, J. R. B.; Meireles, M. C. A.; Nascente, P. S.
Idioma: Inglés
Editor: Takako Matsumura-Tundisi
Año: 2018
Disponible con Suscripción Virtualpro
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Consultas: 4
Citaciones: Sin citaciones
Las infecciones por levaduras han adquirido gran importancia debido a su creciente frecuencia en pacientes inmunodeprimidos o sometidos a técnicas diagnósticas y terapéuticas invasivas, así como a su alta morbilidad y mortalidad. Simultáneamente, se ha observado un aumento en la aparición de nuevas especies patógenas difíciles de diagnosticar y tratar. El objetivo de este estudio fue determinar la susceptibilidad in vitro de 89 levaduras de diferentes orígenes frente a los antifúngicos anfotericina B, voriconazol, fluconazol y flucitosina, utilizando el sistema VITEK® 2 Compact. La susceptibilidad antifúngica se realizó automáticamente mediante el sistema Vitek® 2 Compact. El origen de las levaduras fue: Grupo 1: microbiota de animales salvajes (M) (26/89), 2: leche de vaca con mastitis subclínica (M) (27/89) y 3: entorno hospitalario (A) (36/89). De las 89 levaduras sometidas a la prueba Vitek® 2, 25 (20,9%) fueron resistentes al fluconazol, 11 (12,36%) a la anfotericina B, 3 (3,37%) al voriconazol y ninguna muestra fue resistente a la flucitosina. En cuanto a la concentración mínima inhibitoria (CMI), el fluconazol mostró una CMI de entre 1 y 64 mg/mL para los tres grupos; el voriconazol, de entre 0,12 y 8 mg/mL; la anfotericina B, de entre 0,25 y 4 mg/mL para los grupos H y W, respectivamente; y el grupo M, de entre 0,25 y 16 mg/mL; y la flucitosina, de 1 μg/mL para todos los grupos. Las levaduras aisladas del grupo H mostraron la mayor resistencia al fluconazol 12/89 (13,49%), seguidas del grupo W (7,87%) y el grupo M (5,62%). El grupo más resistente al voriconazol fue seguido por los grupos M y H; el grupo W no mostró resistencia a este antifúngico. El grupo H fue el menos resistente (2,25%) a la anfotericina.
Las infecciones por levaduras han adquirido gran importancia debido a su creciente frecuencia en pacientes inmunodeprimidos o sometidos a técnicas diagnósticas y terapéuticas invasivas, así como a su alta morbilidad y mortalidad. Simultáneamente, se ha observado un aumento en la aparición de nuevas especies patógenas difíciles de diagnosticar y tratar. El objetivo de este estudio fue determinar la susceptibilidad in vitro de 89 levaduras de diferentes orígenes frente a los antifúngicos anfotericina B, voriconazol, fluconazol y flucitosina, utilizando el sistema VITEK® 2 Compact. La susceptibilidad antifúngica se realizó automáticamente mediante el sistema Vitek® 2 Compact. El origen de las levaduras fue: Grupo 1: microbiota de animales salvajes (M) (26/89), 2: leche de vaca con mastitis subclínica (M) (27/89) y 3: entorno hospitalario (A) (36/89). De las 89 levaduras sometidas a la prueba Vitek® 2, 25 (20,9%) fueron resistentes al fluconazol, 11 (12,36%) a la anfotericina B, 3 (3,37%) al voriconazol y ninguna muestra fue resistente a la flucitosina. En cuanto a la concentración mínima inhibitoria (CMI), el fluconazol mostró una CMI de entre 1 y 64 mg/mL para los tres grupos; el voriconazol, de entre 0,12 y 8 mg/mL; la anfotericina B, de entre 0,25 y 4 mg/mL para los grupos H y W, respectivamente; y el grupo M, de entre 0,25 y 16 mg/mL; y la flucitosina, de 1 μg/mL para todos los grupos. Las levaduras aisladas del grupo H mostraron la mayor resistencia al fluconazol 12/89 (13,49%), seguidas del grupo W (7,87%) y el grupo M (5,62%). El grupo más resistente al voriconazol fue seguido por los grupos M y H; el grupo W no mostró resistencia a este antifúngico. El grupo H fue el menos resistente (2,25%) a la anfotericina.